Descripción
El ajo es una planta bianual con unas raíces fasciculadas blancas y poco profundas. El bulbo del que salen estas raíces está constituido por una serie de dientes, los cuales son el órgano de aprovechamiento del cultivo. Dependiendo del cultivar, el ajo puede tener una cabeza de entre 8 a 14 dientes, aunque también hay cultivares con cabezas de 2 a 4 dientes solamente. Al aprovecharse el órgano de reserva de la planta, se debe cosechar en el primer año del cultivo. En el segundo el ajo genera un tálamo floral y fructifica.
En España hay aproximadamente 28.000 hectáreas de ajo cultivadas, con una producción de hasta 270.000 toneladas. Las dos regiones con más producción son Andalucía y Castilla-La Mancha.
Suelo
Mientras el suelo no sea muy arenoso o arcilloso, el ajo puede crecer correctamente. Soporta también suelos de acidez moderada.
PH
Salinidad
Calidad
Temperatura
El ajo es una planta rústica que soporta bien el frío, aunque se desarrolla de forma óptima en climas templados de temperaturas de 8 a 20ºC.
Riego
El riego del cultivo acostumbra a ser bastante bajo, sobre todo teniendo en cuenta que el 30% de las hectáreas cultivadas se cultivan en secano. En caso de regar y si no ha llovido lo suficiente, se hace un riego del suelo antes de la plantación y 3 riegos durante el ciclo de cultivo.
Propiedades de riego
Variedades
Las variedades más utilizadas en España son Ajo Blanco Común, Fino de Chinchón, Pardo Rocambola, Germidour, Morasol o Morasur, para nombrar algunas de ellas.