Descripción
El calabacín es una planta anual de raíces profundas, tallo corto y áspero al tacto y de crecimiento limitado. Sus hojas son pecioladas con limbos lobulados de bordes aserrados y de color verde variable entre más claro y más oscuro. Su floración es monoica (flores masculinas y flores femeninas) y sus frutos son pepónides de forma cilíndrica/alargada y sin cavidad central. El color de la epidermis del fruto es variable, pudiendo ser verde, blanco, anaranjado o amarillo.
En España se producen unas 600.000 toneladas, de las cuales se exportan un 50% aproximadamente. Un 65% de las 11.000 hectáreas cultivadas son producidas, y se sitúan la mayor parte en las provincias de Almería, Granada y Málaga.
Suelo
Suele preferir suelos de textura ligera/media, especialmente ricos en materia orgánica. Es resistente a una acidez media y tolera una cierta alcalinidad del suelo. Dentro de las hortalizas, el calabacín es relativamente tolerante a la salinidad.
PH
Salinidad
Calidad
Temperatura
El calabacín es una planta que necesita temperaturas de entre 21 y 35ºC para mantener un crecimiento óptimo. Su crecimiento vegetativo aumenta si la temperatura está situada entre los 18 y los 24ºC.
Riego
El calabacín presenta una mayor necesidad hídrica durante la fase de engorde del fruto. Como es un tipo de planta que fructifica de forma continua, se necesita asegurar un buen manejo del riego durante toda la fase de engorde para obtener rendimientos mayores.
Propiedades de riego
Variedades
Las variedades más utilizadas son las de color verde, como Black Beauty, Black Jack F1, Presidente F1 y Verde Zenatas; las de color amarillo como Dixie, Seneca, Gold Slice F1; y las de color blanco como Medio Largo Blanco aristado, Jedida F1, Opal F1.