Descripción
La remolacha azucarera es una planta herbácea bianual cuyo órgano de aprovechamiento es su raíz. Al tratarse de una planta bianual, se intenta cosechar en el primer año, para evitar que entre en vernalización y florezca al inicio del segundo año. La remolacha azucarera se cultiva por su alto contenido en azúcar (superior al 15%), el cual es extraído por procesos industriales. La remolacha azucarera forma una raíz pivotante, carnosa y engrosada en la parte superior. Su forma es cónica y puede tener varios pliegues.
La remolacha azucarera produce unas 2,87 toneladas anuales, en una superficie total de 35.000 hectáreas. En España las variedades más cultivadas son la Estepa, Soraya, Lugano, Pepite, Ave y Millenium. Otros cultivares que son resistentes al espigado y se cultivan en otoño son Tarifa, Dyna, Oslo y Ducado, entre otros.
Suelo
La remolacha crece de forma óptima en suelos de textura franco-arenosa. En suelos muy argilosos el exceso de humedad puede ocasionar problemas. En suelos demasiado sueltos si se mantiene una fertilidad correcta la raíz puede crecer sin problemas. Se recomienda un pH óptimo de 7-7,5, aunque la remolacha puede crecer en pH que vayan de 6,5 a 8. Tolera ligeramente la salinidad sin experimentar pérdidas importantes en la producción.
PH
Salinidad
Calidad
Temperatura
La remolacha se desarrolla bien en suelos con temperaturas mínimas de 6-8ºC. Al principio cuando germina es sensible a las heladas, pero una vez establecido el cultivo adquiere resistencia
Riego
En relación a sus necesidades de riego, se debe asegurar un correcto riego especialmente durante el periodo de nascencia. Una vez establecida la planta, puede tolerar riegos menos intensos. Se recomienda un consumo aproximado de 500-700mm de agua anuales. Para un máximo rendimiento se debe mantener una cierta humedad al suelo. Esto se consigue regando cada 5-8 días como máximo, sobre todo en verano.
Propiedades de riego
Variedades
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