Descripción
La patata es una planta formada por una serie de raíces delgadas que brotan del nudo del tallo y en las cuales crece el organismo de reserva y de aprovechamiento. Estas raíces fibrosas y blandas producen tubérculos, en los cuales la patata acumula el almidón y lo retiene como reserva.
En España, se cultivan aproximadamente 670.000 hectáreas de patata. Aunque hace años se cultivaban muchas más hectáreas, ahora el rendimiento medio es mucho más alto y la producción actual está en los 2.000.000 de toneladas anuales. El 70% de las hectáreas cultivadas son de regadío. Las principales zonas productoras de patata en España son Andalucía, Galicia y Castilla y León.
Suelo
Este cultivo está mejor adaptado a un pH neutro o ligeramente ácido. Los suelos alcalinos favorecen una pérdida de la calidad organoléptica. La patata es un cultivo medianamente sensible a la salinidad.
PH
Salinidad
Calidad
Temperatura
Su temperatura óptima de tuberización se encuentra en los 18ºC. Por debajo de 7ºC la patata entra en estado de cero vegetativo. Por encima de los 30ºC la patata prioriza el rebrote a la tuberización.
Riego
El cultivo de la patata necesita riegos continuos con dosis moderadas de agua, para evitar el estrés hídrico y mantener ese aporte de agua continuo. El aporte continuo y sin estrés permite al tubérculo crecer de forma uniforme, sin deformidades o grietas en su epidermis. El máximo consumo de agua se da cuando la vegetación está plenamente establecida, momento en el que se mantendrá el riego adecuado hasta que falten unos 30 días para la fecha de cosecha, cuando se reducirá el riego a la mitad.
Propiedades de riego
Variedades
Los cultivares de patata en España son muchos y muy variados, pero se acostumbran a clasificar por la dureza del fruto y su destino. Están los cultivares de carne dura, destinados principalmente a la producción de platos preparados, cocina y conservas; los cultivares de consumo para el consumo doméstico directo y los cultivares feculeros, para la obtención de almidón y alimentación animal. En general, las variedades más utilizadas son la Kennebec, Jaerla, Baraka, Spunta o Monalisa, entre muchas otras.